Sabiduría Familiar – Tus hijos No son tuyos

484

TUS HIJOS NO SON TUYOS

NUNCA LO FUERON… Tampoco serán una continuidad de tu vida, tu historia se termina en el momento de tu muerte y en ese momento todo lo que hayas hecho bueno o malo, ordinario o extraordinario formará parte del pasado en forma de un recuerdo, agradable para unos, probablemente desagradable para otros.

Pero tus hijos no tienen por qué cargar con ese lastre que representan tus logros, derrotas, talentos, defectos, temores o valores… ¿Recuerdas tu infancia cuando en época de frío te ponían camiseta sobre camiseta con sweater y encima otro sweater o con suerte una chamarra? ¿cómo te sentías? Atrapado ¿no? Querías alcanzar algo y sentías que todo tu cuerpo se tenía que mover, tus codos, tus hombros no tenían la misma movilidad.

Pues cada evento de TU vida que quieres forzar a tus hijos a que cargue, es una capa de ropa que quieres imponerle y en lugar de beneficiarle, lo único que lograrás hacer es entorpecerlo en su habilidad natural o adquirida para lograr sus propias metas o derrotas.

Con esto no queremos decirte que no les compartas situaciones o que el hecho de llevar más tiempo en este mundo te haya generado, tampoco queremos evitar que les ACONSEJES (no ordenar en forma de opinión) sobre lo que crees mejor en su vida.

Lo que queremos darte a entender es que ellos NO SON LA CONTINUIDAD DE TU VIDA, ellos no tienen por qué ser el Doctor que tu soñaste ser, ni lograr el trofeo de goleador que tú nunca obtuviste, ellos no son tu película parte dos, ¿y sabes por qué no quieres que sean la segunda parte de tu vida? Porque ellos no se merecen ser la secuela o segunda parte de otra vida que no es la suya, ellos se merecen vivir UNA VIDA ENTERA, con errores y aciertos, derrotas y éxitos, una vida de principio a fin.

Debes aceptar algo por más doloroso o preocupante que esto sea, nuestros hijos en algún momento de su vida deberán decidir entre subirse al carro manejado por su amigo que está al tope de borracho, llamarte, pedir un taxi o irse caminando, deberá convivir con al menos un amigo que termine consumiendo algún tipo de droga, tendrán una amiga que presente algún tema de codependencia en cuanto a novios se refiere, decidirá qué tipo de bebedor de alcohol desea ser, moderado, pasar por un periodo de fiestas como muchos jóvenes para después moderarse, no ingerir o convertirse en alcohólico, decidirá alguna carrera y después estudiarla o simplemente pasarla, escogerá su grupo de amigos,, sociables, retraídos, populares, deportistas o con ciertos traumas emocionales, entre muchas otras características.

Umberto Eco escribió en el Péndulo de Foucault; “Creo que aquello en lo que nos convertimos depende de lo que nuestros padres nos enseñan en pequeños momentos, cuando no están intentando enseñarnos”

El gran secreto para que puedas ver a tus hijos internarse en la mágica adolescencia y posterior aguerrida adultez y mantengas la paz en tu corazón, es acompañarlos y guiarlos, SIENDO TU LO QUE QUISIERAS QUE FUERAN ELLOS, ¿deseas un hijo cálido? Escúchalo, ríe con él, abrázalo, sé consciente de las personas que te rodean en tu comunidad, ¿deseas un hijo sabio? Deja de ser un cerillo que se enciende, que grita o golpea solo porque andas de malas, reflexiona sobre tus emociones y compárteselas, hazle saber que tus respuestas son en base a lo que has vivido, no le reprimas sobre sus errores, pero aliéntalo a que los reconozca, los identifique y los resuelva. Y si buscas un ser humano feliz y pleno ante la vida, enséñale que la vida es ruda y limitada, pero que la felicidad nace del SER y no del TENER.

Así es que si realmente quieres a tus hijos, lo que les vas a crear es un conjunto de huesos fuertes para que no se quiebren después de sus constantes caídas, les vas a guiar para que tengan un par de enormes alas para que vuelen a donde sea que su vida y su espíritu los lleve sin importar si tu fuiste más lejos o si el camino ya lo habías recorrido tu o si esa será una brecha que nunca en tu vida llegarás a cruzar… y sobre todas las cosas les vas a regalar un par de ojos libres de cualquier cristal de color o empaño derivado de tus traumas o complejos, para que puedan contemplar la extraordinaria gama de colores que la vida y el seguramente descubrirán…TUS HIJOS NO SON TUYOS.

–Geancarlo Bonetta Cavazos