En la democracia moderna juega un rol decisivo la llamada regla de la mayoría, es decir el derecho de la mayoría a que se adopte su posición cuando existen diversas propuestas.
Las elecciones son el instrumento en el que se aplica la regla de mayoría; haciendo así de la democracia el ejercicio más eficiente, eficaz y transparente, donde se aplica la igualdad y la oportunidad de justicia.
En contraparte, la dictadura es una forma autoritaria de gobierno en la cual el poder absoluto se concentra en las manos de un líder y/o una «pequeña camarilla».
Durante 25 años Blanca Valles con su “pequeña camarilla” han sido el ejemplo claro de una dictadura en el SUTSPET que pretende por 8ª ocasión apropiarse de la Dirigencia Sindical.
Y es que para ello han ido modificando a su conveniencia, “en lo oscurito” y de manera antidemocrática, los estatutos sindicales. Al respecto el Presidente del tribunal burocrático informó que no hay registro alguno de convocatorias y/o actas de asamblea en donde dichas modificaciones debieron proponerse, debatirse y, en su caso, aprobarse. Es decir Blanca Valles y su “pequeña camarilla” han hecho estas modificaciones totalmente a espaldas de la base trabajadora.
Ahora bien, si el artículo 6 de los estatutos del SUTSPET establece: “ La finalidad del S.U.T.S.P.E.T. Y ORGANISMOS DESCENTRALIZADOS, es el estudio, mejoramiento y defensa de los intereses comunes de sus miembros…” Y Blanca Valles y su “pequeña camarilla” a lo largo de 25 años no han cumplido con esta finalidad en beneficio de los miembros del sindicato, entonces ¿qué interés los mueve para querer continuar en la Dirigencia Sindical?
En ese sentido, crecen las manifestaciones de los burócratas del estado que rechazan la gestión de Blanca Valles y su “pequeña camarilla”, debido a un sinnúmero de irregularidades en donde sobresalen: opacidad en el manejo de los recursos, falta de contratos colectivos, manejo discrecional de plazas y promociones con una total falta de respeto a los derechos escalafonarios, nula defensa de los trabajadores ante el acoso de los directivos, reconocimiento de la antigüedad laboral, disminución de prestaciones, servicios de salud cada vez más deficientes y el tan sonado escándalo del multimillonario desfalco al fondo de pensiones en donde todo indica que Blanca Valles y su “pequeña camarilla” son corresponsables, por citar algunos ejemplos.
Por todo lo anteriormente señalado, en una elección democrática Blanca Valles y su “pequeña camarilla” no tienen posibilidad alguna de ser electos por la mayoría del gremio, es por eso que intentan esconderse en los estatutos que ellos mismos amañaron para continuar con su dictadura.
En el extremo opuesto, está el DR. ARMANDO TREJO MORENO quien cuenta con el respaldo y simpatía de la gran mayoría de los 14 000 trabajadores que conforman el SUTSPET y que claman por un cambio.
De tal manera que hoy la base trabajadora se muestra dispuesta a hacer valer sus derechos (por cierto consagrados como garantías individuales en la constitución, por encima de cualquier estatuto), para terminar de una vez con todas con la dictadura de Blanca Valles y su “pequeña camarilla”, y están exigiendo participar democráticamente para elegir mediante voto libre, directo y secreto a sus representantes. En la defensa de esa exigencia, los burócratas están haciendo quedar mal a Blanca Valles y su “pequeña camarilla”, pues la estabilidad que le habían prometido al Gobierno del Estado a través de su dictadura ya no luce tan estable.