El programa nocturno de Televisa es parte de los cambios que la televisora presentó el lunes durante la renovación de su canal principal. Durante su transmisión llovieron las criticas negativas en redes sociales donde no bajaban al equipo de producción de ser unos copiones.
El programa inició con Joaquín López-Dóriga caminando en el set hacia el escritorio. Cuando se sentó, se percató que ese ya no era su horario y es que el “late night” ahora ocupa el espacio que dejó vacante el periodista. López-Dóriga se paró de su silla, no sin antes darle un último giro.
Arath de la Torre entró a cuadro e hizo su monologo tocando temas politicos y de actualidad. El pobre sufre de timing, parecía estar nervioso y todo su relato era obviamente leído del “teleprompter”. Todos los chistes los leía de corridito y no daba espacio para reír, aunque en realidad no había motivos para reír. Las risas del público eran tan bajas, que daba la impresión que Arath estaba solo en el foro.
Al audio de la audiencia le tuvieron que subir para dar más ambiente y poner a alguien que les diga cuando soltar las carcajadas en los momentos “chistosos” para dar la impresión de que los escritores han hecho un buen trabajo con la comedia.
Después se presentaron noticias rápidas donde no hubo más carcajadas. Lo poco rescatable fue un sketch en donde aparece Arath imitando a López-Dóriga y otra actriz haciendo de Carmen Aristegui. Lo malo de este segmento fue que duró demasiado tiempo y se perdió todo sentido.
Tras el sketch “cómico” Joaquín López-Dóriga entró para ser entrevistado. Arath de la Torre carece de técnica para hacer entrevistador y el programa se volvió a caer.
