La Fiscalía del estado mexicano de Nuevo León confirmó que el cadáver hallado el jueves dentro de una cisterna de agua pertenece a Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, la joven de 18 años que desapareció el pasado 9 de abril.
Según confirmó el fiscal Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez, las pruebas científicas practicadas concluyeron que la causa de la muerte fue una «contusión profunda de cráneo», si bien remarcó que no se descarta ninguna línea de investigación en el caso.
«Pondremos todos los recursos en nuestras manos para determinar los hechos que han sucedido y, si estos indican un delito, serán perseguidos con toda la fuerza de la ley», aseguró en un mensaje compartido en redes.
Debanhi Escobar desapareció hace casi dos semanas en un tramo de la carretera entre Nuevo Laredo – Monterrey, a escasos metros de donde finalmente apareció su cadáver en una zona que ya había sido previamente registrada por las autoridades.
«Estoy destrozado por dentro porque mataron a mi hija, me la mataron (…). Yo voy a seguir con esa lucha para encontrar a los culpables», dijo su padre, Mario Escobar, quien cuestionó duramente la labor de la Fiscalía estatal y negó tajantemente que pudiera haberse tratado de un accidente.